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¡Lo que Dice la Biblia Sobre el Corazón!

¡Lo que Dice la Biblia Sobre el Corazón!

La biblia tiene escritas en sus libros, versículos acerca del corazón, el corazón del hombre debe ser de amor a dios y sobre todas las cosas, para comprender el camino de la salvación.

El corazón del hombre debe ser puro y limpio, un corazón alegre es alma salvada, la palabra del señor nos enseña que teniendo un corazón fuerte hacia las maldades del mundo podemos clarecer nuestro pensamiento y aumentar la fe en dios:

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. (Salmos 51:10)
Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos. (Proverbios 17:22)
Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón. (Salmos 119:111)
Inclina mi corazón hacia tus estatutos y no hacia las ganancias desmedidas. (Salmos 119:36)

De nuestro corazón vienen las palabras de los labios, por ellos debemos de ser cuidadoso con lo que se dice:
Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. (Proverbios 4:23)
Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello escríbelos en el libro de tu corazón. Contarás con el favor de Dios y tendrás buena fama entre la gente. (Proverbios 3:3,4)

Los mandamientos hay que cumplir con todo nuestro corazón, para que dios no nos juzgue:
Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos. Porque prolongarán tu vida muchos años y te traerán prosperidad. (Proverbios 3:1,2)
Yo te busco con todo el corazón; no dejes que me desvíe de tus mandamientos. (Salmos 119:10)
El amor de una persona sale del corazón, por ello no caigamos en los malos corazones que nos quieren desviar del camino de nuestro señor dios, el corazón es muy frágil a los pensamientos del impuro, por ello la biblia nos dice que:
Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. (I Pedro 3:3-4)
Pero el Señor le dijo a Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. (I Samuel 16:17)
Si dejas escuchar tu corazón, y que la ira y el rencor de tu mente no se apodere de él, puedes resolver tus dificultades, para entender la vida que dios quiere que hagamos cada uno de nosotros:
Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes. (Salmos 20:4)
Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. (Jeremías 29:13)
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. (Salmos 37:4)

Las escrituras nos invita a confiar en el señor de todo corazón, para que nuestra vida sea la correcta e pura:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”. (Mateo 22:37)
Dichosos los que guardan sus estatutos y de todo corazón lo buscan. (Salmos 119:2)

Hay personas cerradas de corazón, pues para ellos, está el siguiente versículo:

El de sabio corazón acata las órdenes, pero el necio y rezongón va camino al desastre. (Proverbios 10:8)

Si escuchamos a dios, podemos entender nuestras prioridades, nuestras faltas hacia él, todo lo que el hombre pronuncia y lo que hace debe nacer de los las profundo del corazón. Como dice las escrituras:

Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo? «Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras.» (Jeremías 17:9-10)

Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por  obligación, porque Dios ama al que da con alegría. (II Corintios 9:7)

El señor nos protegerá del corazón, siempre y cuando cumplamos los mandamientos y las leyes que nos ha puesto. El ser humano peca de corazón como peca de palabra. El amor de dios prevalezca en vuestros corazones, para el perdón de nuestras culpas y pecado, por Cristo nuestro señor, Amen.